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jueves, 27 de junio de 2019


SOPA DE TOMATES





Hoy vengo con un plato muy extremeño y aunque caliente, se come aún en los primeros días de calor, por dos razones, porqué es cuando ya tenemos buenos tomates de temporada y porqué se come acompañada de brevas, sí, del primer fruto que dan las higueras. 

Para quien no sea de Extremadura, le resultará raro, pero así es, y  no es algo de nueva inveccion. Si nos pensábamos que mezclar dulce y salado es como muy novedoso, pues tampoco tanto. A poco que rasquemos nos damos cuenta que está todo inventado, o casi.
Igual que acompañas una carne en salsa con un trozo de pan, en este caso acompañas la sopa con brevas. Yo tengo el recuerdo de estar en la cocina y mientras la sopa terminaba de hacerse,  mi abuela pelaba las brevas y las iba colocando en una fuente que llevaba a la mesa, no tenias ni que molestarte en pelarlas. Más tarde mi madre hacia lo mismo pero ponía la fuente con el fruto ya pelado en la nevera, para que estuvieran bien fresquitas, antes de servirlas.
Ese contraste de salado y ácido del tomate con el dulzor de la breva y además el humeante de la sopa con la frescura de la fruta es un contraste nada desdeñable . A mi me encanta. 





He encontrado versiones en otros puntos de Extremadura que en otoño, además de con higos se acompañan con uvas. 

Como sabéis esté blog coquetea con la cocina portuguesa, porqué forma parte de mi infancia, de mis recuerdos y de mi alimentación desde niña; he buscado información sobre las sopas de tomates en Portugal. Los libros que tengo son de cocina tradicional portuguesa y sí,  existe con el mismo nombre en la zona del Alentejo, pero nada que ver con la nuestra. La versión Alentejana lleva chorizo y tocino, aunque igual ahora la han renovado y quitado ese exceso de grasa, no lo sé.
Así que la que hacían mi madre y mi abuela era la versión extremeña, que se ha hecho siempre igual y es la que  hago yo.

Creo que en otras recetas que he puesto de sopas que llevan pan , he hablado de éste último. 
Antiguamente el pan se ponía en la sopa tal cual, pero, claro!!! es que había buenos panes. Después hemos tenido muchos, pero muchos años de un pan (por llamarle de alguna manera) incomible, y ahora de nuevo, parece que estamos interesados en comprar y exigir buen pan. 
Merece la pena hacerlo nosotros o comprar en un sitio de confianza, artesano y que sabemos que nos van a dar  pan-pan. 
!!Y en una sopa es imprescindible!!. 
Con una barra de esto que llaman pan, pero no lo es, que en cuanto se moja se deshace, lo único que conseguiremos es arruinar el plato. Pero como no hace tanto tiempo que, como digo, volvemos a encontrar buen pan, yo lo he solventado, o bien friendo primero las rebanadas de pan (sistema que está muy bueno, pero aporta más grasa puesto que el pan frito se bebe literalmente el aceite) o bien, tostandolas; opción bastante más sana.




Encontraréis muchas recetas de este tipo en las que una vez que la sopa esta prácticamente terminada se pone el pan en la misma cazuela y se deja reposar para que el pan chupe todo el caldo. A mi no me gusta hacerlo así, entre otras cosas porqué no a todos los comensales les gusta igual de espesas. A mi marido le gusta con muy poco pan y a mi padre que la cuchara se sostenga de pie. 
Entonces yo pongo el pan en cada plato individual a gusto de cada uno y después sirvo la sopa encima

Os he puesto también una foto con un huevo escalfado, es otro acompañamiento que yo le pongo. Con la verdura, los hidratos del pan y la proteína del huevo tenemos un plato más que completo. A los amigos vegetarianos les sirve y los veganos que prescindan de él. 
En el enlace de la Açorda de poleos, os explicaba las dos maneras que yo hago los huevos escalfados. Lo tenéis aquí





Hoy creo que ya no os dejo nada para los consejos y os lo cuento todo en esta lárga introducción. Yo os pongo esta sopa tal cual se ha comido siempre, con todos sus tropezones, pero supongo que en un restaurante; de tenerla en la carta, te la servirán en formato crema. 
He decidido hacer una parte para probarla, hacer la foto y poder contaroslo. No estaba muy convencida que me gustara, pero, sí, me ha encantado. Si os gustan las cremas os entusiasmará también en ese formato. 
Conserva todo su sabor.  Me ha gustado mucho, y me ha gustado más, que como la sopa ya lleva mucha cebollita, pimiento y tomate , puedes triturarla sin ponerle el pan y queda con una textura perfecta. 








Es una sopa muy sencilla pero para que nos salga buena debemos dejar rehogar todo despacio, a fuego lento y sin prisas.


INGREDIENTES






2 ó 3 rebanadas de pan del día anterior, por persona.
1 Cebolla grande
3 dientes de ajo 
1 pimiento verde grande o 2 pequeños
800 grs de tomates
1 cucharadita de pimentón de la Vera
1/2 cucharadita de comino molido
1 cucharada rasa de orégano seco
Algo más de un litro de caldo de verduras
Aceite de oliva virgen extra y sal
Un huevo por persona(opcional)
Higos o brevas para acompañar.

ELABORACIÓN





● Freímos o tostamos las rebanadas de pan.
Pelamos los dientes de ajo y partimos a rodajas. Limpiamos y cortamos la cebolla y el pimiento.
En una cazuela de hierro o barro ponemos el aceite y rehogamos ajos,cebolla y pimiento a fuego medio.
Mientras esto se rehoga, pelamos los tomates y los partimos .
Cuando las verduras primeras estén bien pochadas, añadimos los tomates, salamos y dejamos freír hasta que el tomate pierda su propia agua, pero que no esté demasiado frito. 
Cuando esté el tomate ligeramente apurado, ponemos el pimentón, el orégano, el comino  y el caldo hirviendo. Probamos de sal y dejamos cocer todo junto unos 20 minutos.
 Mientras cuece todo el conjunto pelamos las brevas y colocamos en una fuente.
Si optamos por acompañarlas también con el huevo escalfado, los podemos preparar en este momento. ( En la introducción os dejé el enlace para su preparación). 
Colocamos las rebanadas de pan en cada plato. Servimos la sopa caliente sobre el pan y encima el huevo escalfado, en el caso que lo pongamos. 
Llevamos los platos a la mesa junto con la fuente de las brevas




●  En el caso que óptemos por la versión crema, trituramos todo el conjunto, sin el pan y después pasamos por un chino. 
En caso que nos quedara muy líquida para nuestro gusto le añadimos un poco de pan y volvemos a triturar.
Acompañamos igualmente con las brevas, el huevo o unos cuadraditos de pan frito y unas gotas de aceite. 

Espero que os guste este plato tan tradicional.  



















3 comentarios:

Carmen dijo...

Ñaaaaammmmm

María José dijo...

😘😘

Paula Cordero González dijo...

Hace siglos que no hago sopa de tomate!!!!!! Pa llorar María José, pa llorar!!!!!!!!!!