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martes, 2 de mayo de 2023


CAZUELA DE VERDURAS PRIMAVERALES 




Llevo todo el mes de abril sin publicar, por lo que he perdido el ritmo propuesto de receta por semana, pero no siempre las cosas son como queremos y tenemos tareas más apremiantes que ésta.

Espero publicar lo suficiente en Mayo, para compensar.

Y como estamos en primavera, por mucho que las temperaturas que tenemos parezca pleno verano, aún es temporada de habas, espárragos, alcachofas y ajos frescos.

Así que he preparado una cazuela de verduras que os enseño como la hago, ahora mismo.

Las habas tienen que ser pequeñitas y tiernas para consumirlas con la vaina. En Extremadura, cuando tienen éste tamaño le llamamos jerretes. 




Puede ser una cazuela solo de verduras, pero, aunque no aparece en la foto de los ingredientes, le he puesto un poco de morcilla de Granada. Soy una defensora a ultranza de los embutidos extremeños, debo reconocer que ésta morcilla está muy, muy rica. 

Mi marido es de allí y siempre que bajamos a ver la familia me traigo y la congelo. 

Es una morcilla de cebolla que lleva hierbabuena y canela y creo que por esos ingredientes es por lo que marida tan bien con las verduras de primavera.

Como es una morcilla que viene ya cocida, lo único que he hecho, ha sido partirla en rodajas y hacerla un poco a la plancha. Además así suelta algo de grasa que se queda en la sartén. Una vez que he apartado del fuego la cazuela añado los trozos de morcilla antes de servir. 

Y nos vamos ya a la cocina.


INGREDIENTES (para 4 personas) 




• 300 g de habas muy pequeñas con su vaina 

• un manojo de espárragos verdes 

• 6 alcachofas 

• 6 ajos frescos 

• Una cebolleta con parte de su tallo verde 

• 2 ramitas de hierbabuena 

• 500 ml de caldo de pollo o verduras 

• una cdta de orégano seco 

• una cdta de comino molido 

• sal y aceite de oliva virgen extra 

• una morcilla de cebolla (opcional)


ELABORACIÓN 




Poner en la cazuela un poco de aceite de oliva virgen extra y rehogar la cebolleta cortada en juliana y los ajetes en trozos.

A mitad de rehogado poner la rama de hierbabuena. (Reservar unas hojitas para el final)

Cuando empiece todo a tomar algo de color, incorporar las habitas cortadas en aros finitos, los espárragos troceados y las alcachofas limpias y cortadas en cuartos.

Añadir la sal, comino molido, el orégano y cubrir con el caldo. Cocer hasta que todas las verduras estén tiernas. 

Si queréis servir con la morcilla, partirla a rodajas, hacerla un poco a la plancha y colocar sobre las verduras. 

Terminar con las hojitas de hierbabuena fresca picadas. 

Servir caliente. 


🌱🌱🌱






















viernes, 29 de marzo de 2019

ALCACHOFAS A LA PIAMONTESA





Hace días os enseñé en la página de Facebook una foto de estas alcachofas, y pediais que os pusiera la receta. 

 Era una receta nueva y queria hacer algunos cambios y perfilar los ingredientes. Por eso he tardado un poquito más, pero creo que ahora está perfecta, así que aquí la teneis. 




Es de un libro de Karin Leiz, que es una maravilla. Sólo de verduras y trae recetas de varios países. Esta es una receta italiana.

Hasta final de Mayo tenemos buenas alcachofas de temporada, podéis comprar ahora con buen precio y congelar.

Yo, en cuanto las ponen a 1€ o poco más, el kilo, compro unos cuantos y las limpio, las cuezo y congelo. 
Primero las pongo, una vez cocidas,  un poco separadas en una bandeja y meto ésta en el congelador. Cuando ya están congeladas las quito de la bandeja y las meto en bolsas de congelación.
Y siempre tenemos para elaborar cualquiera de las recetas que hacemos habitualmente.

En ésta otra receta de alcachofas, aquí, os explico bien el proceso de cocción y congelación.

Como siempre, os insisto y soy muy pesada, lo sé, leer toda la receta hasta el final. Incluidos los consejos.

Son sencillas de hacer y poquitos ingredientes. Os cuento.

INGREDIENTES





8 alcachofas
80 grs. de mantequilla
20 grs. de queso parmesano
3 filetes de anchoas enlatadas
2 cucharadas de perejil picado
1 huevo duro
1 ramita más de perejil para el agua de lavar las alcachofas.
Sal y pimienta negra recién molida

ELABORACIÓN





Limpiamos las alcachofas, eliminando las hojas duras y la punta. Os explico bien como se limpian  aquí
Las partimos al medio y las vamos poniendo en un bol con abundante agua fria y una buena rama de perejil para que no se oxiden. 
Mientras las limpiamos ponemos a calentar agua con sal y otra rama de perejil o bien una cucharada de harina para que no se oscurezcan.
Cuando el agua rompa a hervir introducimos las alcachofas y hervimos hasta que estén tiernas.



Mientras se cuecen las alcachofas desalamos las anchoas poniéndolas debajo del grifo con un hilillo de agua muy fino. Las secamos con papel de cocina.
Picamos los anchoas muy finamente junto con la cucharada de perejil . 
El huevo duro lo rallamos con un rallador de agujero fino, mezclamos en un bol junto con las anchoas y perejil y reservamos.
Cuando las alcachofas estén tiernas las sacamos del agua y escurrimos en un colador.
De los 80 grs de mantequilla separamos unos 20 y los otros 60 los fundimos en una sarten. Cuando esté fundida ponemos el picadillo de huevo y removemos a fuego suave hasta que las anchoas estén disueltas. Apartamos del fuego. 
Colocamos las alcachofas ya escurridas en una fuente que pueda ir al horno. Salpimentamos y espolvoreamos el queso rallado. Echamos la salsa de las anchoas por encima y los otros 20 grs. de mantequilla a trocitos pequeños sobre toda la superficie. 



•  Introducimos la fuente en el horno precalentado a 220° unos 6 minutos. 
Retiramos del horno y ¡¡a la mesa!!




CONSEJOS

Aunque en los ingredientes os pongo queso parmesano podéis utilizar cualquier otro queso rallado que tengáis en casa y que sea de buena calidad. Yo siempre que tengo algún trozo de queso de oveja que se empieza a poner duro, lo rallo y en un tuppér al frigo. 
• Os he dicho en la introducción que esto es una receta italiana. En la cocina de media Europa se utiliza mucho la mantequilla. Yo prefiero nuestro aceite de oliva y las he hecho así haciendo pruebas. Pero a esta receta, reconozco que le va mejor la mantequilla. Eso sí, mantequilla de calidad, por favor. Nada de margarinas. 
Yo utilizo siempre mantequilla "Primor", todos los que vivimos cerca de la Raya la conocemos de sobra. Si nos os llega a vuestro lugar de residencia optar por una buena mantequilla leonesa.
Si queréis y os gusta, podéis cambiar el perejil por cilantro. En una de las pruebas que he hecho, lo he cambiado y como a mi me encanta esta hierba pues me gustó, pero como sé que hay detractores del cilantro he dejado en los ingredientes el perejil como en la receta original.

        Y creo que esto es todo . Espero que os guste. La disfrutéis y me hagáis participe de ello.







viernes, 25 de enero de 2019

ALCACHOFAS A LA PLANCHA ( a mi manera )







Y diréis. Un post para unas alcachofas a la plancha?
Pues sí.  
Después os cuento el motivo. 

Es mi verdura preferida, junto con los espárragos.  
Son antioxidantes y muy recomendables para depurar el hígado. Y aunque no tuvieran todas estas propiedades, son mi perdición. 

A la hora de comprarlas las tenemos que elegir firmes y apretadas . Que sus hojas estén verdes, aunque a veces tienen algunas ráfagas de morado, que también es habitual y para nada perjudicial. 





Limpiarlas.  Aquí está la madre del cordero. Quitamos solo la punta del tronco y pelamos éste con un pelador. En la punta cortamos, aproximadamente, la tercera parte de la alcachofa. Y ahora es donde vienen las dudas. Empezamos a quitar hojas exteriores, hasta donde? Pues hasta que quitemos las verdes y nos encontremos con las hojas mas amarillas. Tambien por la dureza al tacto. 
Aún así habrá muchas veces que no acertemos plenamente. 





Una vez que hemos quitado todas las hojas duras, las abrimos a la mitad, y al final del tronco y por encima del corazón de la alcachofa hay unos pelitos que con ayuda de la punta de un cuchillo bien afilado tenemos que quitárselos.  Estos pelitos son también un indicador de la dureza de la alcachofa. Si apenas tiene pelitos nos indica que la alcachofa es tierna, si por el contrario tiene muchos es que es más dura. En este últimos caso yo aprovecho para quitarle alguna hoja más de las exteriores si tengo la sensación que me he quedado corta.





De todas formas, cualquier receta que no sean cocidas o sumergidas en cualquier otro líquido, es fácil que siempre nos  quede alguna hoja dura.

Y hay algunas recetas, rellenas o de horno, donde no se quitan las hojas exteriores. Se van quitando después en el momento de comerlas.

Antes de empezar a limpiarlas preparamos un recipiente con agua fria, donde vamos echando las alcachofas a medida que las vamos limpiando. Para que no se oxiden, a este agua podemos ponerle o bien el zumo de medio limon o una buena rama de perejil. Depende para que preparacion vamos a utilizarlas igual no nos interesa el gusto que le da el limón, por eso yo suelo utilizar mejor el perejil. 
Si las vamos a cocer, le añadimos al agua de cocción una cucharadita de harina que también nos ayuda a evitar la oxidación.  Una advertencia. Poner la harina antes de que el agua empiece a hervir y si nos olvidamos y lo hacemos cuando ya el agua está hirviendo, desleir la harina en medio vaso de agua fría y añadirla a la olla.
 Si echáis la harina con el agua hirviendo se os formarán unos grumos que después se quedan adheridos a las alcachofas. ¡¡vamos!! que me pasó una vez. Por eso lo advierto.

Y ahora ya os cuento porqué un post para esta receta.

 Habitualmente las alcachofas a la plancha, después de limpias y abiertas al medio se cortan con una mandolina o un cuchillo muy bien afilado, en láminas finas y se hacen en una sarten con muy poco aceite, o en el horno. Quedan exquisitas, con una textura crujiente, más bien como unos chips. 

Unas navidades mi mamá estaba con cólicos esperando una operación de vesícula.  Apenas podía comer nada. Cuando le pregunté que le apetecía que le preparara de cena en Nochebuena me dijo que solo iba a comer unas alcachofas cocidas, sin salsa, ni nada. Tenia miedo que cualquier cosa le sentara mal.
Entonces me pasé unos días dándole vueltas a como preparar unas alcachofas cocidas pero que estuvieran más apetecibles. ¡¡era Nochebuena!!
Entonces se me ocurrió hacerlas a la plancha después de cocerlas, pero por más que las escurriera,  al ponerlas en la sarten soltaban agua. 

Al final tuve una idea. Ahora lo veis en la receta y las fotos. 





A ella se las preparé sólo con sal y chorreoncito de aceite. Estaban tan buenas,  doradas y al mismo tiempo tiernas, que desde entonces las hago así, pero añadiendo unos ajitos y perejil.

INGREDIENTES




Alcachofas ( la cantidad que queráis y según el número de comensales)
● Ajos y perejil ( al gusto y dependiendo de la cantidad de alcachofas)
● Aceite de oliva virgen extra

ELABORACION

● Limpiamos y lavamos las alcachofas como os he explicado más arriba y partidas a la mitad.
● Las cocemos en agua con sal y una cucharadita de harina .
● Cuando estén tiernas pero sin deshacerse las escurrimos sobre un colador y dejamos que se enfríen un poco. 



● Mientras, preparamos una bandeja en la que colocamos varias hojas de papel de cocina.  Sobre estas ponemos las alcachofas un poco separadas y las aplastamos un poquito con la mano, muy ligeramente.
● Cubrimos las alcachofas con varias hojas de papel de cocina, sobre estos otra bandeja y sobre ésta ponemos peso. Yo suelo poner varios libros.  Así equilibro el peso de forma uniforme.  Lo dejamos así varias horas. Lo ideal de un día para otro, o al menos de la mañana a la noche.  




● Pasado ese tiempo, quitamos el peso y los papeles y tendremos unas alcachofas finitas y sin nada de agua. 



● En una sarten untada de aceite vamos haciendo las alcachofas a la plancha, dándole la vuelta,  hasta que estén doradas por ambos lados. 
● Mientras se van haciendo las alcachofas, pelamos y picamos los ajos muy pequeños y el perejil igualmente finito. 
● A medida que vamos teniendo las alcachofas hechas las ponemos en una fuente.  Cuando estén todas, ponemos un poco más de aceite en la misma sarten. Freímos los ajitos. Ya fuera del fuego echamos el perejil. Damos unas vueltas y vertemos sobre las alcachofas. Añadimos unos granos de sal gorda y , 

¡¡ a comer!! , que se enfrían. 




CONSEJOS

● Podéis hacer más cantidad y congelar. 
● Yo aprovecho cuando bajan de precio, compro varios kilos. Hago todo el proceso hasta el peso. 
Cuando le quito el peso, en la misma bandeja las pongo en el congelador; pero previamente quito el papel de cocina y pongo sobre la bandeja papel de aluminio o film de cocina. ( Si dejáis el papel, al congelarse éste se pega a las alcachofas.)
● Una vez congeladas se desprenden fácilmente y las meto en una bolsa de congelación.  Cuanto quiero , saco las que necesito y dejo descongelar.  Después seguimos la receta de la misma forma.