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sábado, 22 de agosto de 2020



        BREVAS ( O HIGOS) CON CREMA DE CAFÉ






Antes que acabe la temporada, aunque aún tenemos todo el mes de septiembre, vengo con un postre de fruta.

Todo el mundo hemos escuchado ese famoso refrán "de higos a brevas" para referirnos a algo que pasa de tarde en tarde. Lo que se tarda desde el higo a la breva, ( y nunca al contrario) de septiembre a mayo, aproximadamente.

En realidad el fruto de la higuera sería el higo; pero hay algunas, llamadas higueras bíferas, que tienen la capacidad de los higos que en septiembre ya no han madurado, quedarse en el árbol, aguantar todo el invierno parados y con los primeros calores de la primavera crecen y maduran dando lugar a las brevas. 




La breva es negra, más grande que los higos y tienen más agua y menos azúcar. A mí personalmente me gustan mucho. 

El higo es más pequeño, más dulce y hay diferentes variedades . Normalmente negros o verdes, aunque también hay higos blancos.  Eso en cuanto al exterior . Pero también el interior tiene un color diferente dependiendo la clase que sea. 

En cualquier caso es una fruta rica en carbohidratos, glucosa, vitamina A y C. Muy energética y ligeramente laxante. 

Este postre podéis hacerlo indistintamente con higos o brevas. Lleva también una crema de café. Pero ya no me enrollo más y empezamos  


INGREDIENTES





500 grs de brevas o higos (ver consejos)
1/2 litro de vino tinto
50 grs de azúcar
2 ramas de canela
1/2 litro de nata para montar, 35,1% de MG
30 grs de azúcar glas
2 cucharadas de café soluble
una cucharada de agua templada


ELABORACIÓN




Pelar las brevas o higos.
Poner el vino tinto en una cazuela junto con el azúcar y las ramas de canela. Remover hasta que se disuelva. Cuando empiece a hervir introducimos las brevas y mantenemos el fuego al mínimo durante diez minutos. Retiramos y dejamos enfriar dentro del vino. 
Mientras se enfrían, disolvemos el café en la cucharada de agua templada y reservamos.
Montamos la nata con el azúcar glas hasta que esté muy firme.
Añadimos a la nata el café ya frío y seguimos montando hasta que esté totalmente integrado.
Para montar el postre. Abrimos los higos al medio y los colocamos rodeando la parte interior de las copas con la parte del corte hacia afuera. Dependiendo del tamaño de las copas y de la fruta, entre 3 y 5 mitades.
Vertemos encima la crema de café y alisamos la superficie. Dejamos enfriar en la nevera, al menos tres horas antes de consumir. 
Antes de servir decoramos. Hoy he espolvoreado la mitad de la superficie con azúcar glas y la otra mitad con chocolate en polvo amargo y un grano de café. 

CONSEJOS




En este postre podéis utilizar brevas o higos que no estén demasiado maduras puesto que van a cocer en el vino. Si lo están dejarlas menos de los diez minutos. Los mios estaban muy maduros y me ha costado colocarlos sin destrozarlos
El peso de higos que he puesto es orientativo. Dependerá de que sean higos o brevas. De su tamaño y del tamaño de las copas o vasitos donde vayáis a emplatar. 
Como os he dicho en otras recetas que llevan vino. No se trata de usar un vino de veinte euros, pero tampoco uno de tetrabik. Que nos cargamos el plato.
La reducción de vino que os ha quedado, que #aquinosetiranada, lo ponéis en una jarra, añadís unas frutas, una casera y ya tenéis la sangría preparada. 
El tema de la nata también os lo he recalcado más veces en otras recetas de postre. Entre 35% de MG y 35,1% de MG hay mucha diferencia a la hora de aguantar bien. Ahora hay una nata con 38% de MG que es la ideal para este postre. No me gusta decir marcas, porque  a mí no me paga nadie, pero es La Asturiana la única que la tiene. Que yo sepa. 
Por último, si tenéis problemas con la cafeína, podéis utilizar el café descafeinado. 





     Y se acabó. Espero que os guste. Aprovechar para hacer el postre, que nos queda un mes para disfrutar de esta fruta. 

                                               🌱🌱🌱


viernes, 14 de agosto de 2020



       FRITTATA DE CALABACÍN







Estamos en verano. El mejor momento del calabacín . Y os traigo un plato típico de la cocina italiana, una frittata.


Se puede hacer con vegetales, con carne, etc. Lleva huevo, leche, nata, queso, y todo cuajado al horno.

La receta es de nuevo de Yotam Ottolenghi y que yo he adaptado un poco. Poniendo menos queso, por ejemplo.
Ya os he hablado de éste señor AQUÍ

Que contaros del calabacín.
Pertenece a la familia de las curcubitáceas. Originaria de América, especialmente México.
Yo recuerdo de pequeña, que en las tiendas y los huertos solo había calabacines de piel blanca. Conocí los de piel verde después.





A mí, personalmente, me gustan más los verdes. Son menos dulzones, tienen menos agua, y me gusta echarle la piel, de forma que le da un tono bonito al plato.

De sus propiedades deciros que el 95% de su composición es agua, por lo que tienen poquísimas calorías, de ahí que se utilicen mucho en dietas de adelgazamiento , especialmente en cremas. 
Mi plato de hoy, a pesar del calabacín, debo reconocer que no es para dietas extrictas.  Pero yo hace mucho que me olvidé de las dietas, creo que hay que comer de todo lo que te apetezca, pero en poquita cantidad. 

Contiene minerales, además de fósforo, potasio, magnesio y calcio. 

Vitaminas C, B3 y es rico en fibra. 

Y vamos ya con la receta

INGREDIENTES





500 grs de pan sin corteza (el que queráis, siempre que no sea de molde)
200 ml de leche entera
200 ml de nata de montar
2 dientes de ajo
6 huevos
una cucharadita de comino molido
50 grs de parmesano rallado
2 calabacines medianos (unos 430 grs aproximadamente)
25 grs de hojas de albahaca
Aceite de oliva, sal y pimienta.

ELABORACIÓN





En un cuenco ponemos el pan, la leche y la nata. Dejamos reposar media hora , hasta que el pan absorba todo el líquido. 
Precalentamos el horno a 180° 
En otro bol grande ponemos los huevos y los batimos ligeramente. Añadimos los ajos prensados ( si no tenemos prensaajos, majados en el mortero), el comino, sal, pimienta y 30 grs del parmesano.
Agregamos al batido el pan remojado junto con el líquido que no haya absorbido.
Lavamos bien los calabacines y sin pelarlos los rallamos, con un rallador grueso. Troceamos las hojas de albahaca.
Incorporamos a la mezcla el calabacín y la albahaca y mezclamos todo con delicadeza.
Ponemos una fuente refractaria en el horno para calentarla durante cinco minutos. La sacamos y untamos con aceite. 
Vertemos la mezcla en la fuente, alisamos la superficie y horneamos durante 20 minutos. 
A los veinte minutos espolvoreamos por encima de la frittata los 20 grs de parmesano restante y seguimos horneando otros 20 o 25 minutos, hasta que al pinchar en el centro con un cuchillo éste salga limpio y la superficie esté dorada. 
• Y ya a disfrutarla. 

CONSEJOS





A mi me gusta tibia, por lo que podéis hacerla (con estas temperaturas tan altas) un par de horas antes de llevarla a la mesa, incluso el día antes y después calentar unos minutos en el horno a 150°. 
Si la acompañamos con una ensalada de brotes o lechuga, tenemos un plato completo. 


                                         🌱🌱🌱🌱